En el mundo de la moda, la creatividad y la originalidad son valores esenciales para diferenciarse de la competencia y ofrecer productos atractivos y de calidad a los consumidores. Sin embargo, estos valores pueden ser objeto de imitación o plagio por parte de terceros que se aprovechan del esfuerzo y la inversión de los diseñadores. Por eso, es importante que los creadores conozcan y utilicen las herramientas legales que existen para proteger sus derechos sobre sus creaciones y evitar que sean copiadas o explotadas sin su consentimiento. Una de estas herramientas son las patentes, que son títulos que otorgan a sus titulares el derecho exclusivo de explotar una invención durante un tiempo limitado, impidiendo que otros la fabriquen, vendan o usen sin su autorización.
En este artículo, vamos a explicar qué son las patentes y cómo pueden aplicarse al sector de la moda, qué requisitos deben cumplir las creaciones para ser patentables, cuáles son las ventajas e inconvenientes de patentar en este ámbito, y qué otras alternativas existen para proteger las creaciones de moda.
Tipos de patentes aplicables a la moda
La moda es una industria que se caracteriza por la creatividad, la innovación y la diferenciación de sus productos. Para proteger estas cualidades y evitar la copia o imitación de sus creaciones, los diseñadores pueden recurrir a diferentes tipos de patentes, según el tipo de invención que hayan realizado.
Las patentes de invención son aquellas que protegen una solución técnica nueva, inventiva y susceptible de aplicación industrial a un problema técnico. Estas patentes se conceden por un plazo máximo de 20 años y otorgan al titular el derecho exclusivo de explotar la invención, impidiendo a terceros que la fabriquen, usen, vendan o importen sin su consentimiento. Algunos ejemplos de patentes de invención relacionadas con la moda son las zapatillas con una suela impermeable y transpirable de la compañía italiana Geox, el tejido inteligente que cambia de color según la temperatura del cuerpo o el ambiente de la empresa francesa LumiGram, o el sujetador con sensores que detectan el riesgo de cáncer de mama de la empresa española MJN Neuroserveis.
Las patentes de modelo de utilidad son aquellas que protegen una invención consistente en dar a un objeto una configuración, estructura o constitución de la que se derive alguna utilidad o ventaja práctica. Estas patentes se conceden por un plazo máximo de 10 años y también otorgan al titular el derecho exclusivo de explotar la invención. Algunos ejemplos de patentes de modelo de utilidad relacionadas con la moda son el bolso convertible en mochila de la empresa española Misako, el cinturón con hebilla desmontable y reversible de la empresa española Cinturones Alvi, o el sombrero con visera abatible y extraíble de la empresa española Sombreros Signes.
Las patentes de diseño industrial son aquellas que protegen la apariencia externa de un producto, es decir, su forma, configuración, ornamentación o combinación de colores, siempre que sea nueva y tenga carácter singular. Estas patentes se conceden por un plazo máximo de 25 años y también otorgan al titular el derecho exclusivo de explotar el diseño. Algunos ejemplos de patentes de diseño industrial relacionadas con la moda son el bolso Kelly y el nuevo bolso Plume, de Hermès, el vestido con escote en forma de corazón y falda con volantes, de Valentino, o las gafas con montura en forma de mariposa, de Prada.
Requisitos para obtener una patente en el ámbito de la moda
Para obtener una patente en el ámbito de la moda, es necesario que la creación cumpla con los siguientes requisitos:
- Novedad: La creación debe ser nueva, es decir, no debe haber sido divulgada o publicada anteriormente en ningún lugar del mundo, ni por el propio inventor ni por terceros.
- Actividad inventiva: La creación debe implicar una actividad inventiva, es decir, no debe resultar evidente u obvia para un experto medio en la materia.
- Aplicación industrial: La creación debe tener una aplicación industrial, es decir, debe poder ser fabricada o utilizada en cualquier tipo de industria, incluyendo la de la moda.
Estos requisitos se evalúan por las oficinas de patentes mediante un examen de patentabilidad, que puede ser previo o posterior a la concesión de la patente, dependiendo del procedimiento elegido por el solicitante. En el caso de los modelos de utilidad, el requisito de actividad inventiva se sustituye por el de acto inventivo, que es menos exigente y se refiere a que la creación aporte alguna ventaja o utilidad práctica.
Además de estos requisitos, la solicitud de patente debe cumplir con ciertos requisitos formales, como estar redactada en el idioma oficial del país donde se solicita, contener una descripción clara y completa de la invención, un resumen, unas reivindicaciones que definan el objeto de la protección y unos dibujos si son necesarios para la comprensión de la invención. También se debe pagar unas tasas correspondientes al trámite administrativo y al mantenimiento anual de la patente.
Ventajas e inconvenientes de las patentes en el sector de la moda
Patentar una creación de moda puede tener ventajas e inconvenientes que conviene conocer antes de iniciar el proceso de solicitud y concesión de una patente. Algunos de estos aspectos son los siguientes:
Ventajas:
- Proteger los derechos exclusivos de los diseñadores sobre sus invenciones, evitando que terceros las copien, fabriquen, vendan o importen sin su autorización.
- Fomentar la innovación y la competitividad en el sector de la moda, al incentivar a los creadores a buscar soluciones originales y novedosas a los problemas técnicos o estéticos que se plantean en el diseño de prendas y accesorios.
- Generar valor añadido para la marca, al diferenciar sus productos de los de la competencia y crear una imagen de prestigio y calidad asociada a la patente.
- Obtener beneficios económicos por la explotación comercial de la patente, ya sea mediante su propia fabricación y venta, o mediante la concesión de licencias o cesiones a otros interesados.
Inconvenientes:
- Asumir los costes y el tiempo que implica el proceso de solicitud y concesión de una patente, que puede variar según el país o la región donde se solicite, y que puede requerir el asesoramiento de expertos en propiedad intelectual.
- Cumplir con los requisitos legales para obtener una patente en el ámbito de la moda, que pueden ser más exigentes que en otros sectores, debido a la dificultad de demostrar la novedad, la actividad inventiva y la aplicación industrial de las creaciones de moda.
- Afrontar los riesgos y las dificultades que supone la defensa de una patente frente a posibles infracciones o impugnaciones por parte de terceros, que pueden suponer litigios costosos y prolongados.
- Adaptarse a la naturaleza estacional y cambiante de la moda, que puede hacer que una patente pierda vigencia o interés comercial antes de que expire su plazo de protección, que suele ser de 20 años.
Alternativas a las patentes para proteger las creaciones de moda
Aunque las patentes son una de las formas de proteger las invenciones que aportan soluciones técnicas o funcionales al mundo de la moda, no siempre son la opción más adecuada para este sector, donde prima el aspecto estético y la originalidad de las creaciones. Por ello, existen otras figuras de la propiedad intelectual que pueden ser útiles para los diseñadores, como son el derecho de autor, las marcas o los diseños comunitarios no registrados, y que explicaremos a continuación.
El derecho de autor es una forma de proteger las obras originales que tienen una expresión artística o literaria. En el ámbito de la moda, el derecho de autor puede aplicarse a las prendas exclusivas que tienen un carácter creativo y singular, y que no están destinadas a la producción en serie. Así lo ha reconocido recientemente el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en una sentencia que aclara que la ropa no tiene derechos de autor salvo que se trate de obras artísticas.
El derecho de autor tiene la ventaja de que no requiere ningún registro previo para su reconocimiento y que tiene una duración más larga que las patentes (generalmente hasta 70 años después de la muerte del autor). Sin embargo, también tiene inconvenientes, como la dificultad para demostrar la originalidad y la autoría de una obra, o el hecho de que no protege las ideas sino solo su expresión.
Las marcas son signos distintivos que sirven para identificar los productos o servicios de una empresa en el mercado y diferenciarlos de los de la competencia. En el sector de la moda, las marcas son esenciales para crear una imagen y una reputación asociadas a unos valores y a una calidad determinados. Las marcas pueden ser palabras, logotipos, colores, formas o incluso sonidos, siempre que cumplan con los requisitos de distintividad, licitud y disponibilidad. Las marcas se deben registrar ante las oficinas competentes (nacionales, regionales o internacionales) para obtener un derecho exclusivo sobre su uso en relación con los productos o servicios solicitados. Las marcas tienen una duración indefinida, siempre que se renueven cada 10 años y se usen efectivamente en el mercado.
Las marcas tienen la ventaja de que protegen no solo el diseño sino también el prestigio y la fidelidad de los consumidores, pero también tienen inconvenientes, como el coste y la complejidad del registro, o el riesgo de confusión o dilución por el uso indebido de terceros.
Los diseños comunitarios no registrados son una forma específica de proteger el aspecto externo de un producto o parte del mismo, siempre que sea nuevo y tenga carácter singular. Esta modalidad se aplica a nivel europeo y no requiere ningún registro previo para su reconocimiento. Basta con que el diseño se haya hecho accesible al público en el territorio de la Unión Europea para obtener un derecho exclusivo sobre su uso durante tres años desde la fecha de divulgación.
Los diseños comunitarios no registrados son muy útiles para el sector de la moda, donde las tendencias cambian rápidamente y los ciclos de vida de los productos son cortos. Los diseños comunitarios no registrados tienen la ventaja de que son gratuitos y fáciles de obtener, pero también tienen inconvenientes, como la limitación temporal y geográfica de su protección, o la dificultad para probar su existencia y su fecha de divulgación.
Como se puede observar, existen diversas alternativas a las patentes para proteger las creaciones de moda, cada una con sus características y diferencias. Los diseñadores deben conocerlas y valorarlas para elegir la más adecuada en cada caso y así defender sus derechos frente a posibles infractores.
En este artículo hemos analizado la relación entre las patentes y la moda, dos ámbitos que pueden parecer alejados pero que tienen puntos de encuentro y de interés para los diseñadores. Hemos visto qué son las patentes y cómo pueden proteger a las creaciones de moda que cumplan con los requisitos de novedad, actividad inventiva y aplicación industrial. Hemos diferenciado entre los distintos tipos de patentes que existen y que pueden ser aplicables a la moda, como las patentes de invención, las patentes de modelo de utilidad y las patentes de diseño industrial, y hemos dado algunos ejemplos de cada una de ellas. También hemos expuesto las ventajas e inconvenientes de patentar en el sector de la moda, destacando los beneficios que supone tener una patente para defender los derechos exclusivos de los diseñadores frente a posibles copias o imitaciones, así como los retos y dificultades que implica el proceso de solicitud, concesión y defensa de una patente. Por último, hemos mencionado algunas alternativas a las patentes para proteger las creaciones de moda, como el derecho de autor, las marcas o los diseños comunitarios no registrados, y hemos explicado sus características y diferencias con las patentes.
Como conclusión, podemos afirmar que las patentes son una herramienta útil y eficaz para proteger e incentivar la innovación tecnológica en el sector de la moda, siempre que se cumplan los requisitos legales establecidos y se evalúe adecuadamente la conveniencia de patentar o no cada creación. Asimismo, recomendamos a los diseñadores que se asesoren por expertos en propiedad intelectual antes de iniciar cualquier proceso de registro o solicitud de una patente, así como que exploren otras formas de protección legal que puedan complementar o sustituir a las patentes según el caso. De esta forma, podrán garantizar sus derechos sobre sus creaciones y obtener el máximo beneficio de su trabajo creativo.